
¿Te gustaría bucear en la Habana en Playas del Este?
La práctica del buceo es una de las actividades más socorridas dentro de la amplia gama de opciones recreativas que ofrece la isla de Cuba. De La Habana a los cayos más exóticos, proporciona 5.700 kilómetros de costa y un lugar para bucear en casi cada uno de ellos.
Además, si le sumamos los cerca de 4.200 islotes, la isla caribeña se convierte en un paraíso sin igual para los amantes del mar.
El hecho de que Cuba se encuentre sobre un gran arrecife de coral la transforma automáticamente en uno de los mejores lugares del mundo para bucear.
Por eso, el archipiélago atrae a miles de buzos cada año, especialmente por sus mareas leves y el hecho de que no hay corrientes fuertes.
Cualquier época del año es propicia, pues el clima tropical y una temperatura media del agua de 26 grados la convierten en el escenario idóneo para estrenar licras o trajes de baño de tan solo tres milímetros de grosor.
Pero… ¿y si además de disfrutar de la maravillosa experiencia del buceo pudiéramos adentrarnos en la historia de los barcos hundidos?
Una inmersión en la historia
La comunión de historia, naturaleza y disfrute conforman un trío que los buscadores de adrenalina en el medio acuático no pueden rechazar. Precisamente esta experiencia para bucear la ofrecen las playas de la zona norte costera de La Habana, conocidas como Playas del Este. Específicamente las de Bacuranao y Boca Ciega, enclavadas a 15 km y 25 km respectivamente de la capital.
Si bien hay muchos sitios perfectos para el buceo en Cuba, los mencionados enclaves ofrecen muchas ventajas. Entre ellas la cercanía con la capital, ya que cualquier viajero que vaya a la isla por poco tiempo también tendrá la oportunidad de practicar el buceo sin alejarse mucho de La Habana. Y el componente histórico es un añadido a tener en cuenta.
La excursión por un barco hundido ofrece el encanto que tiene entrar en contacto directo con los restos de la historia. Las ruinas de un barco guardan la memoria de quienes lo habitaron; y le permiten al explorador que en él se sumerja convertirse, por unos instantes, en arqueólogo marino.
Las características subacuáticas aumentan el atractivo de la excursión. El borde de la plataforma marina está rodeado de arrecifes coralinos en los que se pueden encontrar innumerables peces tropicales, crustáceos, esponjas y estrellas de mar.
Desde La Habana hasta el “SS Olivette” o el “City of Alexandria”
El viaje se hace ameno debido al paisaje que ofrece la costa norte habanera. La brisa del mar acompaña toda la travesía, y el entusiasmo por la excursión es el componente que estimula las ansias por llegar.
Teniendo en cuenta el clima y las habilidades de los viajeros, podemos dirigirnos a una u otra playa. Ambas de aguas cristalinas y arena fina, conservan el encanto de sus respectivas embarcaciones hundidas. Previa inmersión entraremos en la historia de los naufragios, ocurridos hace un siglo.
Una breve charla le permitirá al viajero entrar en el contexto que luego podrá palpar con sus propias manos. En una increíble aventura histórico-natural podrán conocer como el “City of Alexandria” fue botado de los astilleros de Chester, Pensilvania, en el año 1879. Transportó pasajeros y carga desde Nueva York hasta La Habana y otros lugares de Cuba.Y en esta fecha sufrió un grave incendio que se expandió rápidamente por su carga de aguardiente. Su naufragio se debió a unas cargas de dinamita que habían ocultado en la nave.
Una vez nos sumerjamos podemos apreciar sus tres secciones, de las cuales la popa se ha convertido en refugio de diversas especies de peces y en superficie ideal para el desarrollo de corales, hydrozoos, vivalvos, esponjas y algas.
Ya dominando el componente histórico nos pondremos manos a la obra. Primeramente en la playa haremos ejercicios físicos para calentar nuestro cuerpo y comentaremos las reglas de seguridad en el mar.
Comprobaremos la comodidad de todos los viajeros con las actividades marinas, ya que la seguridad es una prioridad absoluta. Si fuese necesario enseñaremos técnicas básicas de apnea, y luego nos dispondremos a nadar 350 /700 metros –depende de la embarcación- sobre el arrecife de coral, hasta llegar al barco hundido, con profundidades entre tres y doce metros respectivamente.
En el camino podrá disfrutarse del fondo marino y su vida en las transparentes aguas caribeñas. Y para los amantes de la fotografía submarina es este el momento idóneo para tomar las instantáneas más intrépidas tanto de la embarcación, como de la fauna y flora marina.
Bucear en la Habana en Playas del Este es una auténtica aventura
En ocasiones, debido a la transparencia del mar, pueden apreciarse los restos de las embarcaciones desde la superficie. Es ahí el momento justo donde podremos entrenar la apnea, aunque normalmente hay una visibilidad perfecta desde la superficie.
Comienza entonces la aventura en las profundidades, la cual se convierte en una fascinante navegación por acogedores hospedajes naturales. Allí encontrarán ese perfecto equilibrio entre la flora, la fauna, las cavernas y los barcos hundidos habitados por disímiles peces.
La comunión entre en el hombre y la naturaleza se resume en dichos naufragios. Son embarcaciones sepultadas para siempre en los aplanados fondos de lodo que propician esa gran pluralidad de especies que coexisten en toda esa zona de arena y arcilla de poca profundidad.
Sin dudas conocerán un paraje de encanto, con grandes dunas arenosas, llenos de cocoteros y uvas caletas, donde predomina un clima saludable y agradable.
Regresando del paraíso
Quien apueste por un turismo ecológico y sea amante de la historia disfrutará de un paraje que se distingue por mantener los mismos atributos que le concedió la naturaleza.
Julienne López Hernández
Lic. Historia del Arte
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