
¿Qué está pasando en Cuba?
Esta es la interrogante que ha dado la vuelta al mundo desde las protestas del 11 de julio de 2021, motivadas por la aguda crisis económica, sanitaria y alimentaria que sufre el país y que han llevado al gobierno cubano a aceptar la ayuda humanitaria internacional.
Aunque las acciones y respuestas violentas no se dieron en todas las provincias o ciudades, sí generaron un elevado estado de alarma, pues no son usuales en un país tan tranquilo y seguro como Cuba.
Por otro lado, Cuba avanza en su campaña de vacunación masiva y se prepara para la reapertura turística de la isla anunciada para el 7 de noviembre, una de las actividades económicas fundamentales de Cuba y que se ha visto gravemente afectada por la pandemia de la Covid-19.
Para entender un poco mejor lo que está pasando en Cuba, os ofrecemos a continuación un resumen de opiniones y entrevistas, desde diferentes puntos de vista, de medios de prensa y personas vinculadas a Cuba que vivieron estos hechos.
En este artículo encontrarás:
- 11 de julio, el mayor estallido social desde 1959
- El discurso internacional frente a la narrativa revolucionaria
- Causas del estallido social: crisis alimentaria, económica, sanitaria y pérdida de confianza
- El embargo de EE. UU y el impacto sobre la economía cubana
- Intervención ¿humanitaria? vs. ayuda humanitaria al pueblo cubano
- Irregularidades en el proceso penal cubano y juicios abreviados
- El turismo como principal renglón de la economía cubana
- ¿Qué está sucediendo en Cuba hoy? Trascendencia de los hechos del 11 de julio
- ¿Cómo vaticinamos el futuro de Cuba?
- Entrevista a Jorge Pére, joven curador de arte cubano
- Entrevista a Dianik Flores, periodista cubana de Cubavisión Internacional
- Entrevista a Sandra Expósito, propietaria francesa del hotel boutique Malecón 663 en la Habana
11 de julio, el mayor estallido social desde 1959
Desde cualquier ángulo que se analice, el 11 de julio marcó un antes y un después en la vida económica, social y política cubana que, ya desde principios de 2020, se ha visto bastante desgastada.
“(…) hubo un estallido social, el más grande desde 1959. Fue una movilización muy grande de personas, sobre todo de sectores populares empobrecidos, o por lo menos comienza la mayoría de estas manifestaciones, de protestas, en lugares bastante pobres del país, municipios y barrios de casi todas las provincias, y en algunas con miles y miles de personas, en alrededor de sesenta lugares diferentes.”
Entrevista al joven curador y crítico de arte cubano Jorge Peré.
“Como ahora las redes ocupan un espacio que antiguamente estaba vacío, pues todo el mundo comenzó a replicar lo que estaba sucediendo y de pronto parecía que Cuba estaba en un estado de guerra…y no me parece que fue lo que pasó en realidad.
El 11 de julio sucedieron un grupo de protestas alrededor de todo el país que reflejan la situación de crisis que se está viviendo en Cuba desde hace bastante tiempo, y que se ha venido agudizando. Más allá de la situación de descontento, creo que el pueblo desató esa energía que ha tenido reprimida durante estos largos meses de pandemia y (…) salió a la calle a expresarse y a pedir un cambio.”
Las transmisiones en directo a través de redes sociales encendieron el fuego en varias ciudades que se fueron sumando en efecto dominó a las protestas, hasta que el apagón de internet enfrió las manifestaciones, pues los cubanos no podían acceder a la red.
En este sentido se pronuncia Jorge Peré: “No creo que hubiera una absoluta fidelidad de los hechos, no la hay fuera y no la hubo tampoco dentro, porque lo que sí que es penoso es que se tuviera que cortar el flujo de información en Cuba para omitir una realidad que está ocurriendo”
La avalancha de informaciones desde el exterior, mezcladas con el silencio oficial y las noticias falsas -se llegaron a difundir en Facebook fotos de las revueltas en Egipto como si se tratara de Cuba-, hacían difícil evaluar la situación.
El discurso internacional frente a la narrativa revolucionaria
¿Cómo se hicieron eco los medios de las protestas en Cuba? Los encabezados de los medios de prensa internacionales se hacían eco de los sucesos del 11 de julio en Cuba, evidenciando que en la isla del Caribe se había dado un hecho sin precedentes cuando miles de cubanos decidieron lanzarse a las calles en La Habana, Artemisa, Santiago de Cuba a reclamar libertades, la mayoría de manera espontánea y pacífica, y a exigir cambios en las políticas gubernamentales.
Medios latinos como VozdeAmerica señalaban la dificultad que encontraron las noticias para abrirse paso en Cuba y cómo la población aceptó el reto de hacerse visible al reflejar lo que estaba pasando en las redes sociales.
Diversas organizaciones anticastristas, medios de prensa internacional y ONG de defensa de los derechos humanos difundieron imágenes y vídeos de detenciones, enfrentamientos y episodios de desmedida violencia policial, pero muchos no han sido corroborados por la prensa extranjera, ni se sabe cuándo se produjeron.
Sobre el suceso de las detenciones irregulares, declaraba Laritza Diversent, directora de Cubalex, que “esta práctica de detenciones tiene un efecto ejemplarizante. El resto de la sociedad se inhibe a volver a realizar una protesta”
Por otro lado, con una narrativa evidentemente opuesta, el diario cubano Granma declaraba el 24 de julio que en Cuba las protestas se debían a una iniciativa más del gobierno de los EE.UU. para desestabilizar al país y “propiciar la intervención extranjera en la Isla”.
La prensa nacional cubana afirmaba: “Fue una acción bien urdida desde afuera, que contó con alta tecnología, que fue promovida por cientos de cuentas falsas, de bots y trolls, como se ha denunciado en estos días por nuestros medios. Actuaron aprovechando el descontento causado por los apagones, la escasez y el temor ante el incremento de los casos de la COVID-19.”
Entrevista a Dianik Flores, periodista de Cubavisión Internacional
“Pienso que en nuestro país nos faltó tocar aristas importantes, en la prensa sobre todo, que tienen que ver con el ciudadano común, el ciudadano de a pie, que tiene muchas insatisfacciones y que encontró ese momento también para salir a demostrar que tenía carencias espirituales, materiales, económicas. Pero creo que también se sobredimensionó, por la prensa internacional.”
Causas del estallido social: crisis alimentaria, económica, sanitaria y pérdida de confianza
El descontento popular se debió, y se debe, fundamentalmente, al cansancio, a la desesperación generada por la pandemia de la Covid-19 y a la escasez de alimentos, tres factores que se ha prolongado demasiado en el tiempo y han resultado ser la chispa que encienda el fuego del pueblo, empujándolo a las calles. Los apagones que afectaban, desde días anteriores, a gran parte de la población se unieron a avivar esa llama.
En el blog del cantautor cubano Silvio Rodríguez, Rubén Sánchez Caamaño expresaba las que considera sean las causas más palpables del estallido social que se dio el 11 de julio en Cuba:
No se puede obviar tampoco la reforma monetaria en Cuba, que ha creado un nivel de inflación de precios inasumible por el cubano medio.
Lo que está pasando en Cuba actualmente es un escenario donde los alimentos y bienes de primera necesidad se encuentran, mayormente, en el mercado en dólares; no en la moneda nacional, y teniendo en cuenta que la inflación ha llegado a equiparar 1 dólar a 70 pesos cubanos, y que el salario promedio de un cubano es de aproximadamente 3000 pesos cubanos ‒unos 40 dólares al cambio‒, la situación es insostenible.
“Parece muy posible que todo lo ocurrido en Cuba a partir del pasado domingo 11 de julio lo hayan alentado un número mayor o menor de personas opuestas al sistema, pagadas incluso algunas de ellas, con intenciones de desestabilizar el país y provocar una situación de caos e inseguridad.
También es cierto que luego ocurrieron oportunistas y lamentables actos de vandalismo. Pero pienso que ni una ni otra evidencia le quitan un ápice de razón al alarido que hemos escuchado. Un grito que es también el resultado de la desesperación de una sociedad que atraviesa no solo una larga crisis económica y una puntual crisis sanitaria, sino también una crisis de confianza y una pérdida de expectativas (…) Creo además que cualquier cubano dentro o fuera de la isla sabe que el bloqueo o embargo comercial y financiero estadounidense, como quieran llamarlo, es real y se ha internacionalizado y recrudecido en los últimos años y que es un fardo demasiado pesado para la economía cubana (como lo sería para cualquier otra economía).”
El embargo de EE. UU y el impacto sobre la economía cubana
El punto de mira de lo que ocurriera en Cuba se ubicó también sobre el gobierno estadounidense, que fue instado a restaurar mecanismos, ya creados por Obama y destrozados por Donald Trump, para mejorar la comunicación, ayuda y envío de dinero, insumos médicos y alimentos al pueblo cubano desde los Estados Unidos.
Limita la actividad comercial con la isla, dificulta enormemente la llegada de remesas, bloquea las operaciones financieras con el país, impide el turismo de estadounidenses en la isla, etc., máxime si se tiene en cuenta que, por situación geográfica, EEUU debería ser el gran socio económico de Cuba.
En un primer momento, todo apuntaba a que el presidente Joe Biden suavizaría la postura hacia Cuba valorando la reapertura de la embajada estadounidense en La Habana (que, a día de hoy permanece cerrada), así como el envío de remesas a los cubanos desde los EE. UU., sin interferencias del gobierno. Si bien, por el momento no parece que esa sea la estrategia de la Casa Blanca, que para muchos cubanos está siendo decepcionante.
Intervención ¿humanitaria? vs. ayuda humanitaria al pueblo cubano
Tras lo sucedido el domingo 11 de julio los cubanos, tanto dentro como fuera de la isla, comenzaron una campaña contra lo que muchos denominan “el régimen” o “la dictadura” cubanos, a favor de una intervención del gobierno estadounidense para la resolución de los conflictos internos en la isla.
Al respecto, el escritor cubano y premio Princesa de Asturias de las Letras 2015, Leonardo Padura comentaba que los problemas de Cuba deben resolverse entre los cubanos:
“Creo que nadie con un mínimo de sentimiento de pertenencia, con un sentido de la soberanía, con una responsabilidad cívica puede querer (ni siquiera creer) que la solución de esos problemas venga de cualquier tipo de intervención extranjera, mucho menos de carácter militar, como han llegado a pedir algunos, y que, también es cierto, representa una amenaza que no deja de ser un escenario posible.”
Intervenir militarmente en Cuba nunca fue una opción ‒ni para el gobierno estadounidense, ni para ningún otro. Pero las etiquetas #SOSCuba y #SOSMatanzas, que alcanzaron un nivel de replicación altísimo, pusieron presión al accionar del gobierno cubano, que se había mostrado siempre reticente a recibir ayuda humanitaria en la isla.
Las presiones llevaron finalmente al Gobierno de Cuba a aceptar la ayuda humanitaria proveniente de varios países, organizaciones y personas que han querido solidarizarse y sumarse a la contribución con la isla caribeña, ahora que más lo necesita.
Según informa el Ministerio de Comercio Exterior de Cuba, a día de hoy Cuba ha recibido donaciones de alimentos, medicamentos, combustible, material médico, dinero etc. provenientes de varios países, ONGs y personas naturales. Dichos insumos se han socializado, mayormente, a través de las bodegas, mediante la libreta de abastecimiento.
Destacar la labor de organizaciones como la ONG española de ayuda a Cuba Hombre Nuevo, Tierra Nueva, que desarrolla interesantes programas de trabajo comunitario en la isla desde hace más de 20 años y canaliza ayuda humanitaria a Cuba desde España.
Irregularidades en el proceso penal cubano y juicios abreviados
Un hecho que ha levantado muchas ampollas en la comunidad internacional y, sobre todo, en los cubanos de la diáspora y el exilio ha sido la detención y enjuiciamiento, en muchos casos injustos, de participantes en las protestas del 11J y días sucesivos.
El derecho a manifestación es un derecho humano en Cuba y el delito que existe, que está previsto en nuestro Código Penal, es el de limitar el derecho a manifestación (…) Porque en el momento en que la Fiscalía mantiene acusaciones, y dado el ambiente sociopolítico que se ha dado en el país, parecería que hay una inclinación a que estas personas sean juzgadas de forma ejemplarizante y eso va a empeorar el ambiente sociopolítico que se quiere controlar o resolver.”
Otro de los hechos preocupantes es que no todas las personas están yendo a juicio acompañados de un abogado, ni con el conocimiento de sus familiares o amigos. No todas las familias de los detenidos están recibiendo información sobre su paradero en menos 24 horas.
Ha habido grandes problemas con el debido proceso penal en estas investigaciones y procesos, y es algo alarmante pues ya sucedía desde antes. Para muchos detenidos, las medidas cautelares han durado más tiempo del debido, mientras otras personas están privadas de libertad de forma condicional, durante un tiempo mayor que el que la ley exige.
Instituciones y organizaciones internacionales, entre ellos la UE, EE.UU., Amnistía Internacional y Human Rights Watch, han condenado los arrestos y han instado a Cuba a liberar a los detenidos, cuyo número exacto no se ha revelado pero ONGs los cifran en más de medio millar.
En este sentido, el Parlamento Europeo aprobó el pasado 15 de septiembre una resolución no vinculante en la que, entre otras cuestiones, expresa su preocupación por la situación en materia de detención y falta de independencia judicial, pide a la UE sancionar a los responsables de “violaciones de derechos humanos” en Cuba tras las protestas del 11 de julio y denuncia el incumplimiento del acuerdo de diálogo político y cooperación por parte de La Habana.
El turismo como principal renglón de la economía cubana
El turismo es una de las actividades económicas fundamentales de Cuba, que se ha visto verdaderamente afectada desde el inicio de la pandemia (según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información ONEI, Cuba ha recibido un 94% menos de visitantes internacionales en lo que va de año 2021, con respecto a la temporada alta de 2020).
“Ahora el turismo está deprimido”, comentó la periodista Dianik Flores, cuando conversaba con el equipo de CubaUnique. “No creo que la gente quiera venir solo a disfrutar de la naturaleza, también quiere ir a un cine, a un teatro, a un concierto o a una exposición de plástica.”
El pasado 9 de septiembre, el Gobierno de Cuba anunció la reapertura turística de la isla prevista por fases para el 7 de noviembre. Buenas noticias para Cuba en unas fechas que coinciden además con el inicio de la temporada alta en Cuba, y sin duda una de las mejores épocas del año para viajar a Cuba.
Se espera que ya para el mes de noviembre el 90% de la población esté vacunada, se ha priorizado la fabricación de vacunas y se han favorecido las zonas con mayores índices de contagios.
“¡Seguimos siendo el mismo país de siempre, y los vamos a recibir con los brazos abiertos!”, fue el mensaje que la periodista Dianik Flores quiso hacer llegar a los turistas extranjeros. Según nos cuenta, “Cuba sigue siendo un país tranquilo y un destino sumamente seguro, que sigue conservando sus atractivos naturales y la calidad humana de su gente.”
Si sois de los que preferís hacer turismo solidario, puede ser también un momento para viajar a Cuba y apoyar a esos proyectos sociales y comunitarios cubanos, que realmente necesitan de todo el ánimo y la ayuda que se les pueda insuflar para salir adelante.
Sandra Expósito, propietaria del hotel Malecón 663
“Yo pienso que ese tipo de manifestaciones sucede en cualquier país del mundo cuando la gente necesita expresar algo, lo que sucede es que aquí no estamos acostumbrados a verlo, y fue increíble (…) pero eso no es un problema, nunca van a estar en contra de los turistas, ni de los mismos cubanos. (Los manifestantes) pasaron por delante de nosotros, y nadie tuvo miedo, porque no venían a agredir a nadie. (…) ¡No, aquí no hay miedo! Aquí hay alegría, hay paz, hay armonía…y un paisaje maravilloso.””
¿Qué está sucediendo en Cuba hoy?
El estallido del 11J provocó un movimiento y un clima inusitados en las calles, pero ya en la actualidad de Cuba se respira el mismo aire de siempre y los cubanos han vuelto al ajetreo de su vida cotidiana, con las limitaciones por supuesto impuestas por la pandemia y las citadas carencias económicas, que, por otro lado, no son una novedad en la isla.
Las protestas del 11 J generaron una presión, pocas veces lograda, sobre el gobierno cubano, el cual ha tomado una serie de medidas para intentar atenuar la difícil situación que vive el pueblo en la actualidad. También ha retomado los intercambios con sectores sociales escogidos, visitas a comunidades vulnerables y nuevas promesas para solucionar viejos problemas.
El paquete de medidas adoptadas por el gobierno cubano favorece la economía interna y se enfoca en: la autorización a la importación de alimentos, aseo y medicamentos sin límite de valor y libre del pago de aranceles aduanales; actualizar las normativas para distribuir los alimentos; eliminar el uso de la escala salarial establecida en la Tarea Ordenamiento para el pago de salarios y la flexibilización operatoria en las micro, pequeñas y mediana empresas estatales.
¿Cómo vaticinamos el futuro de Cuba?
Una vez más, el testimonio del Dr. Julio Antonio Fernández Estrada es muy esclarecedor:
En cualquier caso, creemos que lo que necesita el pueblo son soluciones y respuestas, no solo de índole material, sino también de carácter político.
Como expresara Fernández Estrada: “Cada día es un sacrificio. La pandemia nos ha golpeado fuerte y me parece que no aguantamos más. Hay que estudiar la profundidad de las causas del 11 de julio (…) Esa es la realidad cubana y el que quiera inventar otra cosa que venga aquí a pasar un año con nosotros. Esto hay que vivirlo, dejarse de invento y venir a vivirlo aquí.” “Ya estamos en el momento de tomar decisiones de productividad”, comentaba a CubaUnique el joven curador Jorge Peré. “Vaticinar qué puede ser Cuba en 10, 15 años…creo que dependerá de las decisiones que tome el gobierno. Yo confío en que la idea es avanzar, recrear una versión más productiva de este país, donde el enriquecimiento no sea un delito.”
Sin duda el desafío del Gobierno es muy alto, y debe pasar también por incorporar el dialogo en la agenda política. El diálogo con un pueblo con escaseces y vicisitudes, pero valiente y decidido a ser escuchado, a mejorar sus condiciones y a luchar porque su país “eche pa´lante”, como se dice en buen cubano; en fin… decidido a resolver.
Artículo escrito por Gabriela Rodriguez (Guía independiente de Cuba) Bárbara Pérez (CEO CubaUnique)
Fotografías y Vídeos producidos y editados por Javier Ernesto Hernández-López
CubaUnique no se hace responsable de los contenidos expresados por las personas entrevistadas en este artículo.