
Ana Isabel y Miguel Ángel son una joven pareja de Madrid de 25 y 26 años. Decidieron, a solo pocos días de casarse, pasar una luna de miel en Cuba única. Uno de los anhelos más grandes de ambos jóvenes era regalarse un viaje de novios atípico y diferente. Querían un viaje a medida cargado de historia y de aventuras. Un viaje poco convencional pero que a la vez les permitiera disfrutar del confort y el romanticismo que toda luna de miel requiere.
Cuba fue su destino elegido. Querían a toda costa visitar la isla para conocer su historia revolucionaria, su cultura, sus tradiciones musicales, culinarias y su gente. La playa al final era casi lo de menos. Querían para ello una agencia de viajes a Cuba especializada que también les pudiera recomendar qué hacer y qué visitar en Cuba. Así que comenzaron a investigar por internet y dibujaron en su mente el recorrido que les gustaría hacer. Tras llamar a varias agencias de viajes, todas les dijeron que el planteamiento de viaje de novios que tenían era inviable. No podían ofrecerles viajes a medida a Cuba con ese nivel de personalización, pero la llamada a CubaUnique cambió las cosas.Diseñando un viaje a medida
Desde el primer momento el equipo de CubaUnique se implicó con entusiasmo en diseñarles el itinerario que soñaban y asumió la preparación de esta luna de miel como un reto, pues la idea era que la pareja viviera las ciudades, su historia, su naturaleza, compartiera con los cubanos, y a la vez descubriera rincones singulares, alojamientos con encanto y la mejor gastronomía criolla.La Habana, Ciudad Maravilla
Ana y Miguel llegaron en la noche a La Habana, a un hostal con encanto en la céntrica zona de la Habana Vieja, cómodo y con una elegante decoración de estilo colonial. Una vez dijo un escritor antillano que para un viajero que llega en la noche a un lugar, los transeúntes se mueven de un misterio a otro… Y así se les descubrió la ciudad: cargada de misterio, de romanticismo, de expectativas.
En la mañana descubrirían a Betty, la agente de CubaUnique. Se acercó a su alojamiento para explicarles bien la organización del viaje y darles un móvil con línea cubana. Desde ese momento estarían siempre en contacto con ella. “La verdad es que Betty fue genial. Un [wp-svg-icons icon=»heart» wrap=»i»]. Una tía diez, todo el tiempo atenta, llamándonos. Si volvemos a Cuba nos gustaría volver a verla porque le cogimos muchísimo cariño”, afirma Ana Isabel desde el afecto con el que se percibe que la recuerdan. El equipo de CubaUnique les tenía preparada una intensa ruta por Cuba. Desde el primer día, combinaría historia, arquitectura, aventura, naturaleza, playa. También, por su`puesto, contacto con la alegría y el sabor de los cubanos.En la mejor compañía

Cuba ecléctica
El colorido de un pueblo de pescadores como Fusterlandia les recordó el estilo de Gaudí, de Picasso. Ello, mezclado con las tradiciones religiosas afrocubanas que se muestran en el Callejón de Hamel, los hizo comprender mejor el eclecticismo, la mezcla, el ajiaco criollo que representa Cuba.
Gabriela se encargó también de aconsejarles sobre qué hacer y qué ver en la Habana. Además, la agencia CubaUnique les había proporcionado una guía personalizada de Cuba con recomendaciones gastronómicas y de ocio para sus días de viaje. Un lugar donde sin duda volverían es a El Cocinero, en el Vedado. Un singular restaurante de la actualidad habanera. Desde su torre accedes a una terraza panorámica con cocina de primera. “Este fue nuestro restaurante preferido”. Justo al lado además del restaurante se ubica la Fábrica de Arte Cubano. Es éste un local cultural a la vanguardia de grupos jóvenes y nuevos artistas cubanos. En él se aúnan todo tipo de disciplinas artísticas, desde música a arte, cine, exposiciones, baile… ¡Una combinación perfecta!
Santiago, ¡tierra caliente!
De la capital viajaron hasta Santiago de Cuba. A esta provincia bien al este de la isla se tarda, por carretera, alrededor de 14 horas en llegar. Ana y Miguel hicieron el viaje en avión y, en poco menos de 2 horas, ya estaban en “la tierra caliente”.
Allí se alojaron en una pequeña casa colonial de 1930. Casa restaurada con respeto a la ecología y al cuidado de su valor arquitectónico y ubicada en el centro histórico. Se situaba a tan solo 350m del Parque Céspedes, plaza principal de Santiago. Desde esa inmejorable ubicación pudieron moverse libre y fácilmente. Pudieron descubrir, al compás de la trova y el son, los encantos de esta urbe milenaria. Todo de la mano de un guía local que les facilitó el recorrido. Recorrieron con una guía privada la ciudad, el Cementerio de Santa Efigenia, Cuartel Moncada, Palacio de Justicia, Plaza de Marte y calle Enramada, una de las más populares de la ciudad, siguiendo por Calle Heredia, donde se encuentran las instituciones más importantes como Casa de la Cultura, Casa de la Trova, Centro de la UNEAC, Museo Bacardi, etc. Continuaron la visita por Casa de Gobierno, Casa de Diego Velázquez, Catedral y el famoso Parque Céspedes.¿Qué hacer en Santiago?
Exhaustos del recorrido se dieron un merecido homenaje para comer en un restaurante emblemático de la ciudad, La Bodeguita del Medio, un lugar lleno de historia donde se combina buena gastronomía, afamados mojitos, música en vivo y folklore cubano. En Santiago está la génesis de la Revolución cubana, en la ciudad, en las montañas, por lo que aquí disfrutaron enormemente el contacto directo con la naturaleza y con la historia. Su excursión preferida fue justo en esta ciudad, el Jeep Safari a Villa Saltón, un lugar ideal en el corazón de la Sierra Maestra para practicar turismo de naturaleza donde los campesinos los recibieron con gran hospitalidad y experimentaron una gran sensación de familiaridad con ellos; “sin duda alguna….¡es espectacular!, la vista, el trato de los campesinos” Viniendo de España tenía mucho miedo de lo que podían comer o no, pero nos encontramos con que la comida estuvo exquisita…el almuerzo con los campesinos en la Sierra Maestra fue inolvidable….todo muy rico, sacaron de todo!”, comenta Ana Isabel. Además recuerdan con muchísimo cariño a Gerardo, el guía que les acompañó en esta aventura y que sin duda quieren resaltar porque fue “un guía muy guay con el que tuvieron gran sintonía”¡De Bayamo a Camagüey!
Desde Santiago y con un coche privado con Rogelio como conductor, la pareja comenzó el camino de vuelta hacia la Habana. Una de las ventajas que tiene recorrer la isla con un chofer a tu disposición es que se pueden visitar ciudades y pueblecitos que, por no estar muy distantes, se conectan perfectamente, tornando el viaje a Cuba mucho más emocionante y personal, sacándolo de los habituales circuitos turísticos.
En palabras de Ana Isabel “un autobús no te da la cercanía de ver, de poder conocer a alguien, de sentir ese trato personalizado y cercano que te da un guía, un chofer que te acompaña. De otra manera no hubiésemos conocido nada de las ciudades, ni siquiera de la realidad de los cubanos. Todos los conductores que tuvimos fueron increíbles, pero Rogelio fue sin duda el conductor con el que mejor nos sentimos” De camino a Camagüey pararon a disfrutar de una jornada espectacular en Bayamo, pequeña capital de Granma, una agradable ciudad que conserva prácticamente intactas las tradiciones del pueblo cubano y donde acompañados por un guía local recorrieron, entre otros sitios en los que se mezclan vivos colores, música, religión y tradiciones, el Paseo Bayamés, principal y llamativa arteria comercial de la ciudad de los parques y pudieron disfrutar de música en vivo cubana en la Casa de la Trova. Ya en Camagüey, Ana y Miguel pasaron una noche de lujo en la casa de Roberto, anfitrión del hostal VitalDecó, una acogedora y cuidada casa colonial restaurada respetando el estilo original art-decó de los años 40 donde la pareja se sintió como en casa “conversamos mucho con ellos y fue la familia con la que más intimamos” afirma Ana Isabel. Por la mañana, un recorrido con guía privado les permitió conocer de cerca uno de los siete primeros asentamientos fundados por los españoles en Cuba A través de sus estrechas y laberínticas calles pudieron ir descubriendo la historia de esta ciudad cuyo centro histórico es Patrimonio Mundial de la Unesco.Santa Clara, la ciudad del Che
De camino a Santa Clara, hicieron una agradable parada en Sancti Spíritus, la cuarta villa fundada por los españoles en Cuba, que atesora uno de los conjuntos arquitectónicos coloniales más hermosos y mejor conservados del país.
Recuerdan con mucho cariño a Jaddiel, su conductor en este trayecto, “lo pasamos genial con él, además nos paró en el camino a comer en una granja de campesinos que nos encantó, todo super barato y super rico, realmente no hemos comido en otro sitio mejor en todo el viaje” Ya en Santa Clara, y otra vez en contacto con la historia, Ana y Miguel disfrutaron enormemente la visita al Museo Memorial Ernesto Guevara, donde descansan los restos del luchador argentino y otros de sus compañeros de guerrilla. Aquí experimentaron la vida nocturna de una ciudad moderna, multicultural, y ambos concuerdan en que, si hay una bebida que jamás olvidarán de Cuba es el cóctel Revolución, –“delicioso y cargadísimo”– que degustaron en el Museo Café de la Revolución. En Santa Clara el alojamiento estuvo a la altura de los anteriores, un hostal privado con encanto ubicado a pocos metros del Parque Leoncio Vidal, la casa fluía a través de sus amplios corredores interiores alrededor de un patio-jardín central con una fuente de estilo colonial y elegantemente decorada con piezas de arte bien escogidas.Lago Hanabanilla, un paisaje sobrecogedor
A medio camino entre Santa Clara y Trinidad, en el macizo montañoso Guamuhaya, también conocido como Sierra del Escambray, en la provincia de Villa Clara se unen el río Arimano, el Guanayara, el Negro y el Jibacoa para formar el lago Hanabanilla, un paisaje de sorprendente belleza y profusa vegetación, ideal para estar en contacto directo con la naturaleza en un delicioso microclima más fresco.
Este lago se les descubrió como un paraíso rural. En él confluye la naturaleza en perfecta armonía con los campesinos que allí habitan. Lo mejor de todo es que es un lugar casi sin turistas, lo que les permitió pasear en una bucólica barca. Pudieron disfrutar, con el viento pegándoles en la cara, de uno de los paisajes más bellos de Cuba. Una excursión que califican de “¡increíble, impresionante!, además allí encontramos la flor nacional de Cuba”, una flor comúnmente conocida como la Mariposa, que a pesar de ser nativa de la India está tan extendida por la isla que se conoce como la flor nacional. Desde allí accedieron además al Mirador de Río Negro y se adentraron a pie por el Sendero de los Helechos para darse un baño en las frescas aguas de las pozas de la Cascada Trinitaria. En este paraíso natural de helechos arborescentes y especies de aves endémicas, José, el barquero que los acompañó durante todo el recorrido, les hizo sentir “como amigos de toda la vida”. Realmente estas experiencias son las que más se disfrutan en Cuba por la inmensa amabilidad de los cubanos.Trinidad: patrimonio y naturaleza
Ante las preguntas ¿qué visitar en Cuba? o ¿qué hacer en Cuba?, Trinidad es uno de esos sitios que ningún viajero debería perderse.
La joven pareja no solo pudo disfrutar de un recorrido guiado a pie por las calles laberínticas de la mejor ciudad colonial conservada en toda la isla, sino que vivieron además la aventura increíble de hacer un Seafari en catamarán donde disfrutaron de las bellezas del mar caribeño y de un pequeño cayo virgen de abundante vegetación de mangle rojo, poblada de cangrejos ermitaños, jutías, iguanas y otras especies.Las noches trinitarias son tan calurosas como animadas, y así lo constataron estos jóvenes cuando en la Casa de la Música, a ritmo de salsa y rumba (y de unos refrescantes mojitos) sudaron y bailaron con los locales.
El merecido descanso pudieron tenerlo en el hostal privado con encanto donde se alojaron, una casa de la época 1.800 de puntales altos convertida en hostal, que destaca por su particular arquitectura colonial y sus confortables habitaciones a tan a solo 300m de la Plaza Mayor.
Cienfuegos, la perla del sur
A poco más de 1 hora se encuentra Cienfuegos y la visita era por supuesto obligada. Esta ciudad afrancesada en su arquitectura, elegante, refinada, pulcra y sorprendente la conocieron de una manera sui generis. Unas veces caminando, otras montados sobre un carromato tirado por caballos, pero siempre acompañados por Joselín, un cienfueguero especial, culto y muy comunicativo, con el que recorrieron el centro histórico y Punta Gorda, la parte más moderna de la ciudad, flanqueada por una bahía que invita a subir al Palacio de Valle para beber un coctel mientras se escucha la voz de Benny Moré, el bárbaro del ritmo, cantando “Cienfuegos es la ciudad que más me gusta a mí…”
Esa noche se alojaron en un lugar muy especial, en la casa de la familia Cocuiche de Cienfuegos, y pudieron comprobar de cerca lo que significa el calor de una familia típica cubana, una casa de arquitectura americana de los cincuenta donde vive una encantadora familia de dos abogados con 3 hijos y la abuela Mima. Allí recibieron los cuidados y atenciones de la servicial Dania y de su marido Joselín y se despidieron con la pena de no haberlos disfrutado un poco más. Se levantaron temprano, ese día les deparaban también interesantes experiencias y no querían perderse las colonias de flamencos rosados de la Laguna de Guanaroca, un humedal que se alimenta del agua dulce del río Arimao y de las aguas de la bahía de Jagua de Cienfuegos. Comenzaron con una ligera caminata acompañados de un guía especializado para observar la flora y la fauna local. Luego, en un bote a remo disfrutaron de un bonito paseo para avistar las colonias de flamencos rosados. El viaje continuó hacia el delfinario en Rancho Luna, para gozar del espectáculo de estos increíbles animales, además pudieron nadar con ellos, lo que califican de una “experiencia muy chula”Playa Larga, al arrullo de las olas
La primera parada en la provincia de Matanzas fue Playa Larga, allí, alojados en una hermosa y sencilla casa, a escasos pies del mar, la pareja disfrutó de la paz, la armonía y la belleza de este sitio en el cual presenciar un atardecer tumbados en la arena, escuchando el arrullo de las olas, es una vivencia única e irrepetible; “la mejor casa en la que estuvimos fue la de Playa Larga, tenía un sitio único y unas vistas preciosas; realmente todas las casas en las que nos alojamos nos gustaron mucho, no podemos poner una sola queja, pero esta fue particularmente muy guay” .
Tras una cena romántica sobre el mar, a la mañana siguiente un coche antiguo americano los recogió para realizar senderismo en el Parque Ciénaga de Zapata, una excursión que describen como “impresionante” y “donde tuvimos la suerte de poder fotografiar al Tocororo, el ave nacional de Cuba”, concretamente en el Sendero Enigma de la Roca, una caminata por el bosque a lo largo de una falla tectónica donde abundan los cenotes, para darse un refrescante baño. La parte histórica de esta excursión la cubrieron con la vista al Museo de Playa Girón, donde pudieron conocer la historia reciente del fallido desembarco de los americanos en Bahía de Cochinos en 1961; “Nuestra guía en esta excursión, Ana María, fue un crack, un guía muy completa que nos enseñó igual de biología en la Ciénaga que de historia cubana en el Museo” Y para comer y refrescarse, parada en Punta Perdiz una de las zonas con mayores formaciones coralinas y con gran vida marina en toda la isla, “una locura, un muy buen sitio para hacer snorkeling con un bufet libre para comer que no estaba además nada mal”, comenta Ana.Varadero, la perla del Caribe en el Atlántico
Tras 12 intensos días recorriendo la isla, ya solo les quedaba el colofón del viaje, 3 días de absoluto descanso como todo viaje de novios requiere, en el Meliá Internacional de Varadero, un hotel de cinco estrellas recientemente remodelado y modernizado en una de las mejores playas del Caribe.
No por ser este el cliché de la luna de miel: hotel de lujo, cena romántica a la orilla de la playa, masaje en el SPA para dos, fue para los jóvenes la mejor experiencia. El hotel, que exhibe toda su elegancia y su confort, para esta pareja en particular, se les tornó un poco frío después de todo lo vivido, “la verdad es que allí todo estuvo genial, pero es un sitio donde no pudimos tener contacto con los cubanos de a pie, donde no se aprecia la realidad de la isla, donde no se come como en la casa de un campesino” aunque el relax, la vibra playera y el descanso estuvieron cien por cien garantizados.Clientes agradecidos
Ana y Miguel agradecen la excelente planificación de CubaUnique y piensan que gracias a la puntualidad y nivel de organización del equipo alcanzaron a visitar muchísimos sitios interesantes: “quizás solos no hubiésemos visitado los lugares que importaban de verdad…”, comentan. Las excursiones, las personas que los atendieron en las casas particulares donde pernoctaron, los chóferes, los guías, las anécdotas que atesoran los han impactado; ”es otra mentalidad, una calidad humana a la que no estamos acostumbrados”, nos dice Miguel. Y es por eso que ante la pregunta “En una palabra o frase, ¿cómo describirían Cuba?” se tornan pensativos, dudan, no se apresuran a responder…y concluyen que esta isla es, definitivamente, “otro mundo, muy diferente a lo que nos pintaban”. Y concuerdan en que “hay que vivirlo, no en Varadero en un hotel, tienes que relacionarte, ver, sentir, hablar con todos” Hoy Ana y Miguel cuentan su luna de miel con entusiasmo, con un brillo especial en los ojos. Cuba fue testigo del amor de estos jóvenes y ellos llevan un pedacito de la isla en sus corazones.Artículo escrito por Gabriela Rodríguez, guía independiente de Cuba. Fotografías cedidas por Ana Isabel y Miguel Ángel y el fotógrafo Juan Manuel Cruz del Cueto. www.cruzdelcueto.com
Todo el equipo de CubaUnique os agradecemos vuestra amabilidad, implicación y entusiasmo para realizar esta entrevista. Ha sido un verdadero placer organizaros vuestra luna de miel. ¡Muchas gracias y hasta la próxima!
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